24 de agosto de 2010

Hug ;


Te rodeé el cuerpo con los brazos y apreté con fuerza. Como si nunca hubieses existido, pensé con desesperación. ¡Cómo había sido capaz de hacer una afirmación tan estúpida y tan absurda! Podías haber robado mis fotos y haberte llevado tus regalos, pero aun así, nunca podrías devolver las cosas al mismo lugar donde habían estado antes de que me conocieras.

No hay comentarios:

Publicar un comentario