22 de mayo de 2011

Por ti, di la vida, y lo que yo daría...


Los días se pasan, las palabras se las lleva el viento, y el problema que permanece es que los sentimientos no se marchan. Echo de menos, poder rozar tus labios mirándote a los ojos, decirte que te quiero... La forma en la que me dices, que ya no estoy igual, que no soy ni la misma, me hace querer cambiar, el mundo, que gira y gira sin parar, sin preguntarse cuánta gente que habita dentro de él, no puede dejar de estar mal. Extraño, el encontrar la calma en tu pupila, adentrándome en lo más profundo de tu ser, conseguía ser yo misma ,ignorando lo demás. Y aunque tu dolor, no se refleje, me doy cuenta de si estás bien o si estás mal porque te recuerdo que en mi aún puedes confiar. Que me preocupe en conocerte de verdad, y cuando lo conseguí, me di cuenta de que mi vida dependía de tu latir. Poco o nada, harán estas cuántas líneas, de eso estoy segura, pero entiende que sin ti, mis heridas no tienen cura. Mira, todo esto se me escapa, y yo más ya no puedo hacer, si nunca vas a volver, yo me marcharé y olvidaré el ayer. Te quiero, recuérdalo.

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