4 de agosto de 2011

contigo


Ver el sol reflejado en tus Ray-Ban. Respirar tu aire. La hierba crece bajo la presión de nuestros cuerpos mientras nosotros crecemos juntos, con cada carcajada, con cada delirio, con cada estupidez. Son esas cosas las que han hecho, de este, un mundo mejor. Los libros no me sirvieron de nada, tu sonrisa me había enseñado una educación mas factible, más absurda. Me había educado para quererte. Me convertí en una adicta de tus besos. Una yonki de esos besos sin carmín que dejan una huella incandescente en mis labios. Me congelo en las noches de verano y muero de calor en las de invierno si no te muerdo la boca. Que me tiembla el cuerpo como un enfermo de parkinson si no me das un gramo de tus besos. Tan sólo quiero mi dosis diaria de ti. Y si tengo que morir, que sea de una sobredosis de ternura.

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