Déjame que te recuerde aquella noche. Déjame que te recuerde como entraste en mi vida. Una noche cualquiera, tu mundo roto… casi tanto como el mío. Perdiste el control y me tuviste para reencontrarlo. Para dejar de lado la tristeza de aquella noche. Tú que me enseñaste, tú que le ganaste el pulso a mi miedo. Me besaste y me abrazaste, me susurraste y me enamoraste. Te acaricie toda la noche, pero no te aseguré que al día siguiente estuviera… en cambio estuve y seguiré estando, aunque solo si tu quisieras.
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