14 de febrero de 2011

Expresiones corporales.


Lee mis labios sin que el sonido entre en tus oídos, este lugar es maravilloso, ¿sabías? Si consigo aunque sea una mirada de tus ojos marrones estaría completa, sin ni siquiera saber tu nombre, ni conocer quién eres, ni a qué te dedicas. Mírame. Te conozco de mirada... Pero no conozco lo que eres en tu totalidad, consigo llamar tu atención, quizás por mi posición, por quién soy, por lo que no sabes y quieres conocer. Explícitos movimientos que realizas solo para mantenerme en constante curiosidad. ¿Qué tienes en ese cuerpo? Es lujuria, posesión, obsesión, imaginación. Conceptos llenos de pasión. Sé que quisieras hacerlo, aunque sea en un momento, un instante, y olvidarte del mañana, y llevarte conmigo cualquier tipo de tensión. No conoces mis ganas, no conoces mi forma de actuar. Pero me ves acercándome, poco a poco, tus ritmos aumentan, cambias de posición con incomodidad y ansiedad, yo sonrió, dulces reacciones de una necesidad. No eres esta noche lo que serás mañana, eres lo que eres este segundo. Ni más ni menos. Pasión, conlleva más de mil figuras en una mente que no desea nada más que el ahora, que el ya. Y me sigues esperando, pero yo me detengo y cambio de dirección, te impacientas, no me encuentras, miras a la multitud buscándome, como si ya me hubieras perdido para siempre, te bajas de donde te encuentras, en esa altura que te hace ver un ser poderoso, increíble, un mal necesario, superior. Te bajas porque me necesitas. ¿Pero qué necesitas? Te encontré, solo voltea y mírame... Hoy sólo yo sé manejarte.

No hay comentarios:

Publicar un comentario