14 de febrero de 2011

noquedamás*

No queda más que irse a la cama añorando el esperado intercambio de pensamiento. Sensaciones diferentes recorren mi cuerpo, mi mente creadora no sabe a donde dirigir las palabras. Sí, es quizás una paradoja, me explico; necesito conversar con él. Sí, sentir sus palabras aún cuando su voz a lo mejor no pueda, bueno necesitar eso y no tenerlo puede resultar un poco raro. Si, me siento llena de vida, alegre, irradio optimismo hoy. Seguro soñaré con su cuerpo rodeándome y dándome el calor del que carece mi cuarto, sombrío, húmedo... ¡Hay! ¡Pero aguardaré, llegará el momento en el que el retozo nos haga sudar, las risas nos dejen sin voz, donde el amor irradiara más que el sol!. Su cuerpo sobre el mío destilará gota a gota su ternura, no lo sabré yo, el mío sobre el suyo danzará hasta hacerlo vibrar todo, si lo sabrá él. Hoy no quedará más que soñar con el momento que vendrá.

No hay comentarios:

Publicar un comentario